lunes, 20 de julio de 2015

Gracias, profesores

Tras la vorágine que desató mi post de la semana pasada he recibido bastantes mensajes por twitter, Facebook e incluso por G+ para darme ánimos y apoyarme. A todos vosotros, muchas gracias. Entre vosotros había muchos profesores. Muchos. Algunos vinieron a dar la cara, a explicarme por qué se hacían algunas cosas como se hacían. Otros a ofrecerse para ayudarme en lo que pudieran. Y otros me los tropecé por casualidad, con un maravilloso post sobre algo que, a priori, no tiene nada que ver con el blog. Tras leerlo, me di cuenta de que ninguno, y me incluyo el primero, les agradecemos a los profesores el trabajo que hacen por nosotros. Por eso, desde aquí, quiero utilizar mi pequeña tribunita para alzar mi voz y decirles, bien alto: GRACIAS, PROFESORES.

martes, 14 de julio de 2015

Traicionado

Normalmente no suelo hablar de temas personales en el blog, porque no es el lugar. Pero hoy voy a romper mi propia norma. No es por darme pisto. Tampoco es por dar pena. Sino porque considero que vivo en una situación que es lícito y legítimo denunciar. No quiero compararme con nadie, aunque considero que estoy en franca desventaja con quienes, irracional y estúpidamente, se metieron en berenjenales de los que ahora sólo pueden salir dando penita en la tele. Yo, como científico joven, en formación y con un doctorado a mis espaldas, no voy a salir en ningún programa para darle pena a ningún político o maruja que esté en ese momento delante de la pantalla. Pero me siento especialmente desprotegido y vulnerable. Y esto me está afectando, no sólo laboralmente, sino también en el ámbito personal y a mi salud.

Llevo ya dos años y medio en el mismo pozo que casi seis millones de españoles. No sé si considerarme parte de la normalidad entre ellos o simplemente una anomalía estadística. El caso es que creo que soy de esa parte más bien escasa que tiene una formación superior y está lejos de poder vivir de su trabajo.

viernes, 10 de julio de 2015

Hablar sólo para conseguir votos.

Hace unos días, una formación política de las nuevas, que tanta esperanza traen para algunos y tantos fans tienen, publicaban una chorrada sobre declarar Madrid zona libre de transgénicos. Muchos ya se pusieron en contra y pusieron en su sitio a dicha formación, demostrando por qué mienten y dándoles argumentos de por qué se equivocan. No voy a ahondar más sobre ése tema porque, como veis, otros lo han hecho mucho mejor que yo. Sin embargo, lejos de dar marcha atrás, lejos de recular y reconocer que se equivocan para corregir, lo que hecho es convocar una asamblea para "debatir" (léase aceptar a ciegas lo que ellos digan) y "discutir" (léase hacer caso omiso a la evidencia científica). Pues es con este comunicado con el que me voy a meter en harina.

lunes, 29 de junio de 2015

¿A dónde vamos?

Por azares de la vida, resulta que han caído en mis manos varios vídeos que, una vez visionados me han dado muchos repeluznos. Por diversas razones, pero, principalmente, porque me han hecho preguntarme si, como sociedad, hemos perdido el norte. Y quizá, también, porque si vamos partiendo de esta base que os voy a mostrar y a comentar, podríamos explicar muchas de las cosas que venimos observando en la gente que puebla internet estos días. Me refiero a esa gente que tiene deseos maravillosos de salud total y universal y luego proclama que la homeopatía o cualquier otra brujería es la que tiene la llave. Cuando veáis los vídeos lo vais a entender perfectamente. Vamos a ello.


lunes, 22 de junio de 2015

Desasnar burros

Esta semana he tenido el placer de conocer en persona a uno de los tíos más grandes que hay en esto de la divulgación, Fernando Frías, a raíz de una charla divulgativa sobre homeopatía en mi ciudad. Aunque no tanto como desearía y eso es algo que voy a solucionar a no mucho tardar. Aparte de la anécdota, lo que quería comentar es un suceso que me ha hecho reflexionar sobre alguna cosilla que me gustaría compartir con vosotros. Como científico, a veces me viene dando igual este tipo de cosas, aunque siguen siendo dolorosas por el camino que están tomando algunos temas. Pero si pienso en la labor de los que estuvieron allí, me repatea el hígado.

lunes, 15 de junio de 2015

Con la Iglesia hemos topado

Si alguno espera que hable de creacionismo, puede ir sentándose. De momento, no tengo ninguna intención de hablar de semejante despropósito, aunque podemos llegar a un acuerdo. No, hoy voy a hablaros de una monja. No, tampoco es sor Lucía Caram, que seguro que también tiene lo suyo, pero al menos tiene la decencia de callárselo (no sé si por vergüenza o por honestidad; desearía que fuera lo segundo, pero quién sabe). Así que, por eliminación sólo puede ser ella. Efectivamente. Voy a hablaros de sor Teresa Forcades. Sí, seguro que sabéis quién es. Se hizo bastante famosa a la hora de protestar por la vacuna de la gripe A diciendo memeces. Si pensabáis que se había callado, estáis muy equivocados. Y no ha hablado sólo de vacunas, no. También va por ahí diciendo chorradas sobre el MMS. Vamos allá.

lunes, 8 de junio de 2015

A vueltas con el periodismo gilipollas

Desde hace algún tiempo, en internet se ha tomado conciencia de una cuarta ley de la termodinámica, de un principio científico que había pasado desapercibido hasta ahora. Es un principio muy sencillo, algo de lo que parece fácil darse cuenta. El problema ha residido en que el avance científico en los últimos dos siglos ha sido tan vertiginoso, que hasta que no han pasado un par de generaciones viviendo en la comodidad de su saloncito, con su estómago lleno, su cabeza cubierta y su culo caliente, todo esto no ha eclosionado y no ha salido a la luz. El principio, que se llama principio de Brandolini, lo podéis encontrar junto a estas líneas. Y esta semana hemos vivido un ejemplo muy claro de este principio con el caso del niño con difteria en Olot. Sí, mucho tienen que ver los antivacunas, a los que ya les hemos dado lo suyo. Pero de lo que venimos a hablar aquí no es de ellos, quienes ya están engañados y poco podemos hacer excepto darles en los morros con los datos. Sino de algo que, a nosotros, nos parece mucho más grave.