lunes, 23 de mayo de 2016

Una historia de Poniente (V): Los secretos de los Maestros Forjadores

Grabado medieval de un maestro forjador.
Fuente.
Los Maestros Forjadores eran muy respetados dentro de las casas a las que servían. No sólo ponían sus fabulosas creaciones a disposición de sus señores, sino que además pasaban meses ideando nuevas técnicas de forjado, nuevos materiales, nuevas formas para esas hojas que luego, muchas de ellas, se convertirían en famosas, para mayor gloria de sus dueños y también de sus creadores.

La mayor parte de estas artes permanecieron, y permanecen aún, en secreto, perdidas en la noche de los tiempos, reunidos sus poseedores con el Herrero. Sin embargo, muchos de los Maestros Forjadores que aún viven han recibido sus conocimientos de los Maestros Forjadores de antaño, quienes decidieron legar a sus discípulos no sólo los volúmenes en los que explicaban sus usos y sus artes, sino también la costumbre y la sabiduría de recoger dichos usos y artes en un soporte capaz de aguantar el paso del tiempo mucho mejor que el débil y corruptible cuerpo con que los Siete decidieron dotarnos.

lunes, 16 de mayo de 2016

Una historia de Poniente (IV): las Casas de Poniente


Las armas separaron a las gentes de Poniente en Casas. No sólo por su fuerza, sino también por sus características. De uno y otro confines, llegaban gentes más amistosas con unos que con otros y formaron familias. Unos eran hombres recios y adustos; otros, expertos marinos; otros, bastardos sanguinarios. Así, en base a sus afinidades, a sus parecidos y a sus diferencias, las Casas de Poniente adquirieron una entidad propia.
Blasones y lemas de las principales casas de Poniente, respetando los colores heráldicos propuestos
por G. R. R. Martin en Canción de Hielo y Fuego.

lunes, 9 de mayo de 2016

Una historia de Poniente (III): las armas de los Siete Reinos

Cada vez eran más formidables. Cuanto más rugían los fuegos y tañían los martillos sobre los yunques, mejores armas fabricaban los Maestros Forjadores. El acero se volvía más resistente, más afilado, más duradero. Los maestres venían desde Antigua, enviados por la Ciudadela, para aprender nuestras artes y registrar la ciencia de nuestro forjado. 
Guardajuramentos, espada de acero valyrio forjada a partir de Hielo, el espadón de la familia Stark, por Tywin Lannister.
Entregada a su hijo Jaime, capitán de la Guardia Real, y después a Brienne de Tarth. Fuente.

lunes, 2 de mayo de 2016

Una historia de Poniente (II): los ándalos, los rhoynar y los Primeros Hombres

Pocos, muy pocos quedamos ya que nos acordemos de cómo resistíamos al enemigo en los antiguos tiempos. Realmente, los que tenemos memorias de aquello no vivimos en aquellos tiempos, sino que hemos consultado los antiguos volúmenes, dormidos en vetustas bibliotecas, aguardando a que alguien los levante de los anaqueles. Las ayudas recibidas, el desarrollo de nuevas técnicas, el aprendizaje... todo esto ha mejorado y, por qué no decirlo, también ha pervertido y dejado de lado la función de aquellas maravillosas murallas que construyeran nuestros antepasados ante las primeras invasiones hostiles que quisieron arrasar nuestras tierras. Sin embargo, cuando la amenaza resurge, siguen siendo nuestra primera línea de defensa.

lunes, 25 de abril de 2016

Una historia de Poniente (I): Introducción

Hubo un tiempo, en el amanecer de los Siete Reinos, en que las casas tendieron alianzas para hacer grande a Poniente. Las amenazas venían de fuera. Los peligros eran ajenos, tomaban muy distintas formas y pujaban por destruir este frágil reino. Amenazas cuyo único objetivo era consumir esta tierra para mantener su propia existencia a costa de la nuestra. Entonces hubo unión. Se luchó codo con codo para arrasar a los invasores. Y cuando cayeron, gracias a las fuerzas combinadas de todos los benditos habitantes de estas malditas tierras, sobrevino un tiempo de prosperidad que se ve roto por todos y cada uno de los que ahora prefieren ir por su lado. 
Pero la amenaza regresará. Y, cuando regrese, no habrá división. 

lunes, 18 de abril de 2016

¿Existe el VIH? (y VIII): Conclusiones

Hemos pasado varias semanas analizando las evidencias que tenemos sobre la existencia del virus VIH. Hemos visto sus micrografías, analizado su genoma y sus proteínas. Hemos visto cómo podemos usar los anticuerpos que se producen frente al VIH para detectar su presencia y diagnosticar a un paciente. También hemos repasado cómo utilizar las herramientas más potentes de biología molecular para determinar la existencia de material genético del virus en una muestra determinada.

Todo este tiempo nos lleva indudable e inexorablemente a la única conclusión válida que se puede extraer: sí, el VIH existe. Es real. Tenemos sus fotos, sus proteínas y su genoma aislados, secuenciados, troceados, clonados, editados e incluso mutados. Y su existencia no puede negarse en base a todas las evidencias que hemos ido extrayendo.

lunes, 11 de abril de 2016

¿Existe el VIH? (VII): PCR y VIH

Prototipo "Baby Blue" de termociclador del año 1986. Fuente.
Estamos llegando ya a la recta final de este monográfico sobre el VIH que comenzamos hace tiempo. Hemos dado un paseo por todas las evidencias que tenemos del virus y hemos descrito los métodos inmunológicos de diagnóstico que, en conjunto, confirman la presencia del VIH en un paciente y, por lo tanto, su existencia.

Pero por si existiera aún alguna duda sobre la existencia del VIH, existe una herramienta aún más poderosa si cabe: la reacción en cadena de la polimerasa o PCR. Esta herramienta, cuya función es conseguir una cantidad de ADN suficiente como para poder trabajar con él a partir de una muestra con un contenido muy bajo en ADN puede utilizarse para amplificar fragmentos concretos de un ADN muy concreto. En este caso, se puede amplificar el genoma del VIH. Y sí, sé que el VIH es un virus ARN, es algo que ya he comentado. Pero la PCR ya no es la misma que en 1986 y ha mejorado hasta el punto de poder incluso cuantificar el ARN de la muestra inicial de la que partíamos al principio.