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lunes, 26 de febrero de 2018

Mejorando tus defensas

Blasón de la casa Celtigar, interpretación
propia. Alegoría de la defensa, el escudo.
Últimamente, estamos inundados de alimentos, complementos, suplementos, bebidas y demás mejunjes que prometen mejorar nuestras defensas. Incluso tenemos en el lineal del supermercado yogures que prometen que nuestras defensas serán poco menos que los pelendones (sí, había un pueblo que se llamaba pelendón) de Numancia si nos bebemos uno antes de salir a la calle. Seguramente habréis visto anuncios con infinidad de aditamentos que prometen precisamente esto: tus defensas serán la rep...anocha.

Igual la culpa de todo esto es de los publicistas, que oyen campanas, no saben dónde y salen por donde pueden los pobres. Pero esto de mejorar las defensas, ¿qué significa? ¿Es algo de verdad? ¿Se puede? Pues... vamos a verlo...

lunes, 2 de mayo de 2016

Una historia de Poniente (II): los ándalos, los rhoynar y los Primeros Hombres

Pocos, muy pocos quedamos ya que nos acordemos de cómo resistíamos al enemigo en los antiguos tiempos. Realmente, los que tenemos memorias de aquello no vivimos en aquellos tiempos, sino que hemos consultado los antiguos volúmenes, dormidos en vetustas bibliotecas, aguardando a que alguien los levante de los anaqueles. Las ayudas recibidas, el desarrollo de nuevas técnicas, el aprendizaje... todo esto ha mejorado y, por qué no decirlo, también ha pervertido y dejado de lado la función de aquellas maravillosas murallas que construyeran nuestros antepasados ante las primeras invasiones hostiles que quisieron arrasar nuestras tierras. Sin embargo, cuando la amenaza resurge, siguen siendo nuestra primera línea de defensa.