lunes, 28 de marzo de 2016

¿Existe el VIH? (V): Diagnóstico por ELISA

Placa de 96 pocillos para ELISA. Fuente:
http://www.cyto.purdue.edu/cdroms/cyto2/9/biology/index.htm
Bienvenidos de nuevo a este monográfico sobre la existencia del VIH. Nos metemos ya con los tres capítulos que nos van a servir para estudiar los métodos de diagnóstico, dejando claras sus fortalezas y debilidades, para terminar encajando todas las piezas.

Comenzaremos hoy con el ELISA, un método basado en la detección específica de proteínas con anticuerpos frente a las mismas. Como vimos en el capítulo anterior, los anticuerpos se unen de forma altamente específica a sus antígenos, de forma que cada anticuerpo puede unirse únicamente a un antígeno, excepto en caso de reactividad cruzada, como también mencionábamos. Pues el ELISA se aprovecha de esta capacidad de los anticuerpos para detectar proteínas concretas del VIH o bien los anticuerpos que produce el paciente frente a estos antígenos víricos.

lunes, 21 de marzo de 2016

¿Existe el VIH? (IV): Antígenos y anticuerpos. Generalidades.

Partículas virales de VIH. Se distinguen perfectamente la envuelta
y la cápside interna, además de las moléculas de superficie. Fuente:
histology.leeds.ac.uk/what-is-histology/The_electron_microscope.php
Bienvenidos a esta cuarta entrega de esta serie sobre el VIH y su existencia. Hasta ahora, hemos visto cómo surgió el negacionismo, en respuesta a su descubrimiento por parte de Montagnier y Gallo. En las dos siguientes entregas vimos cómo el VIH deja las evidencias de su existencia, bien en forma de micrografías, genoma y proteínas, bien en forma de retrotranscriptasa, sin posibilidad de confusión con la hTERT con quien algunos dicen que podría confundirse.

Hoy, antes de entrar de lleno en los métodos de diagnóstico y comenzar con el Western Blot, vamos a describir unas nociones de inmunología que nos servirán para poder entender las técnicas de diagnóstico con anticuerpos. La semana que viene le dedicaremos tiempo al ELISA y la siguiente al Western Blot.

lunes, 14 de marzo de 2016

¿Existe el VIH? (III): Retrotranscriptasa vs. hTERT

Partículas de VIH marcadas con oro. Los puntos pequeños son moléculas de
GAG marcadas. Fuente: https://depts.washington.edu/jaisril/microscopy/
Hace dos semanas empezamos con esta serie que intenta dilucidar si tenemos o no evidencias de que el VIH existe o es una conspiración mundial para... para... bueno, para algo. Hasta ahora, en las dos primeras ediciones, hemos hecho una pequeña introducción al problema del negacionismo, con un bosquejo histórico del negacionismo y del principal grupo negacionista y una recopilación de evidencias físicas que hemos analizado por medio de herramientas bioinformáticas.

Hoy vamos a abordar un punto que se convierte en controversia por desconocimiento. Hay quien considera que una subunidad de la telomerasa, que es capaz de usar ARN como molde, es una retrotranscriptasa equivalente a la del virus. Vamos a demostrar por qué no es así y a señalar cuáles son las diferencias entre una y otra para dejar claro por qué no se pueden confundir entre sí.

lunes, 7 de marzo de 2016

¿Existe el VIH? (II): Evidencias físicas del VIH.

Proteína GAG del VIH ensamblándose y saliendo por gemación de la membrana
plasmática. Autoría: The Lingappa Lab & The Fred Hutchinson Cancer Research
EM facility, 2006. Fuente: https://depts.washington.edu/jaisril/microscopy/
La semana pasada comenzábamos una serie de ocho artículos que pretende dar respuesta a algunas de las personas que niegan la existencia del VIH y/o su relación causal con el SIDA. Comentábamos cómo se descubrió el virus y cómo, desde el mismo momento de su aparición, hubo un movimiento que se lanzó a una carrera para negar cualquier paso que se diera en la investigación relacionada con el VIH, negando su relación con el SIDA o incluso llegando a decir, bien que el VIH no era patógeno, como Peter Duesberg, bien que el SIDA se debía a otras circunstancias como la pobreza o el sexo homosexual, como el grupo de Perth.

Hoy vamos a tomar una de las alegaciones centrales de su negación: que no hay evidencias de la existencia del virus. Vamos a coger varias de estas evidencias físicas de la existencia del VIH y las iremos comentando poco a poco, desgranándolas con el fin de demostrar si el VIH existe y si su presencia se ha ido confirmando, y no sólo por haberse visto el propio virus, sino por otros métodos.