¿Os imagináis que al frente del Gobierno hubiéramos puesto a un mono que con apretar un botón repartiera dinero a discreción? No, en serio, imaginadlo. Bueno, vale, igual no tenéis que hacer mucho esfuerzo.
Que sí, que ningún esfuerzo. Básicamente por que lo que está ocurriendo últimamente con las financiaciones de los entes públicos es de traca. Por un lado se condena al CSIC, la máxima institución científica de nuestro país, a hacer malabarismos con los presupuestos, a retirar dinero de proyectos concedidos a investigadores para sostener gastos corrientes y a infrautilizar recursos disponibles porque no se pagan las mudanzas (el Instituto Cajal tiene un edificio nuevo y modernísimo en el campus de la UAH que está vacío porque "no hay dinero para mudanzas"). Pero por otro se sufraga la promoción de la estupidez y la ignorancia por parte de TVE.
Que sí, que ningún esfuerzo. Básicamente por que lo que está ocurriendo últimamente con las financiaciones de los entes públicos es de traca. Por un lado se condena al CSIC, la máxima institución científica de nuestro país, a hacer malabarismos con los presupuestos, a retirar dinero de proyectos concedidos a investigadores para sostener gastos corrientes y a infrautilizar recursos disponibles porque no se pagan las mudanzas (el Instituto Cajal tiene un edificio nuevo y modernísimo en el campus de la UAH que está vacío porque "no hay dinero para mudanzas"). Pero por otro se sufraga la promoción de la estupidez y la ignorancia por parte de TVE.
Oh, sí, en nuestro ínclito ente público hay verdaderas maravillas como Orbita Laika, pero resulta que esta "pequeña aldea de Armorica que resiste ahora y siempre al invasor" no la paga el ente público en sí, sino que la financia la Federación Española de Ciencia y Tecnología, en un patente esfuerzo de promocionar la divulgación científica de forma amena y cercana, con la sana intención de hacer llegar el conocimiento científico más actual, más útil y con más proyección a la masa (que sigue prefiriendo el granhermaneo y el ikerfrikismo, pero ahí resiste). La FECYT, cual Panoramix con su poción mágica, ha decidido mantener el apoyo al programa y eso es de agradecer, aplaudir a rabiar y hasta hacer un monumento.
Pero, y tal como pretendo ilustrar en la imagen, a su alrededor tiene grandes campamentos invasores que, cuál romanos, pretenden llevar al espectador, amparados en una falsa equidistancia periodística, supersticiones varias, brujerías chifladas y enfermedades que no existen.
Merece una mención especial aquí el programa 'Saber Vivir', premiadísimo, aceptadísimo, con una audiencia estupendísima y una conductora monísima. Eh, que no lo digo yo, que lo dicen ellos. En este programa se hacen afirmaciones sobre temas de salud sin sustento ninguno. Para prueba, un botón (sí, es el famoso vídeo del limón):
Este vídeo mereció incluso una queja formal de la Organización Médica Colegial, por no mencionar la queja particular por iniciativa de la página Qué mal puede hacer. ¿La respuesta de RTVE? Pues el mismo comunicado que os he enlazado antes y un intercambio de correspondencia un tanto inútil. ¿Que os liáis? Pues os lo traduzco a román paladino: "nos la traen floja vuestras quejas y nos vamos a seguir limpiando el culo con ellas, Mariló es estupenda y nuestros premios avalan nuestras mentiras". Y ella, mientras tanto, dice que sigue esperando disculpas, a pesar de haber faltado al respeto a los firmantes de la queja llamándonos, despectivamente, "chavales de twitter". Pero dejemos a Mariló, que da para post y no me quiero olvidar del resto de campamentos.
También les dio igual la queja que desde la misma página y firmada por varios espectadores, se envió a la cadena por la emisión de un programa plagado de mentiras, basado en un falso principio de precaución. Como se puede ver en el post citado, RTVE volvió a reírse en nuestra cara, avalando las afirmaciones falsas que había vertido en su Escarabajo Verde. No me voy a meter a analizar el programa, porque otros lo han hecho mucho mejor de lo que yo lo haría aquí. Y aquí. Y aquí también. También aquí. Y por último, aquí. Así, bien desgranadito, para que se entienda. Pero eh, es que lo del wifi lo ha dicho gente con aparaticos caros y que suenan chulo.
No contentos con eso, dedicaron un programa de Comando Actualidad a enfermedades imaginarias, como la sensibilidad electromagnética (que es lo mismo que lo que dijeron en el Escarabajo Verde, pero con gorritos de aluminio... que coño, ¡es lo mismo que lo del Escarabajo Verde¡) o la hipersensibilidad química múltiple (que, curiosamente, sólo aparece cuando el individuo sabe lo que le están poniendo enfrente). En él sacaron a gente muy malita por las ondas electromagnéticas, pero que al ir a la orilla del mar se curaban automáticamente... mientras una fuente de emisión de radiación electromagnética les daba en la jeta. No, no eran sólo las cámaras, el equipo o el cacharro de emisión de pitiditos molestos. Era el sol. La señora en cuestión se ponía al sol, como una lagartija, y se le pasaban todos los males. Verás cuando se entere de que emite una radiación muchísimo más energética y dañina que la del móvil... (ojo, que no estoy diciendo que no os dé la luz del sol, que luego hay quien se la coge con papel de fumar).
La última ha sido dedicarle tiempo a una feria de esoterismo en un informativo, en concreto el de ayer. Cientos de personas siendo embaucadas por profesionales de la estafa y las mancias que se quejaban del "intrusismo". Como si sus predicciones, curas milagrosas, aceites de serpiente y danzas sanadoras no lo fueran, claro. Memeces que venden, eso sí, porque prometen bienestar, leer el futuro, trabajo, amor, dinero... Y hasta salud. "¿Los médicos? Bah, unos patanes. Mucho mejor sacudir los chakras a ritmo de biodanzas magnetodinámicas y auropurificadoras. Y cuantas más palabras ininteligibles mejor, que pareceremos mucho más serios y mucha menos gente se dará cuenta de que en realidad vendemos humo".
Muchos dirán que si alguien se cree cualquiera de las chorradas que dicen en esas ferias, merecerá cualquier cosa que le pase, por imbécil. Y podría estar de acuerdo con él, siempre y cuando quien se las crea es porque haya decidido creérselas. El verdadero problema no son los idiotas dispuestos a aceptar la chorrada de moda, sino la gente que, hundida en la desesperación, con el agua al cuello, echa mano de cualquier cosa que le dé una esperanza. Mínima, pequeña, lo que sea. ¿Os recuerdo cuánto parado mataría por trabajar, por tener con qué alimentar a sus hijos? ¿Os recuerdo cuánto enfermo querría un medicamento que no le llega? Pues todo esto produce desesperación. Y así, estos sinvergüenzas, se aprovechan de esa gente, perpetuando el engaño. Y lo de denunciarlo queda descartado, claro. Muchos no denuncian por vergüenza, para que no se rían de ellos por haber sido estafados. Los que lo hacen, no recuperan nunca su dinero o su dignidad porque el cabronazo en cuestión ha desaparecido o bien porque son lo suficientemente vagos en sus promesas para no pillarse los dedos.
RTVE debería darse cuenta de que está dando cobijo a esta gentuza. Muchas veces en virtud de una falsa equidistancia, en virtud de un derecho de información poniendo a la misma altura a las chorradas esotéricas que a los hechos comprobados. Librarse de tanta mierda es fácil: contraten asesores científicos, infórmense. No es difícil. Tienen a excelentes periodistas y divulgadores como Antonio Martínez Ron, América Valenzuela o Clara Grima en programas de la cadena. ¿Por qué no tirar de ellos para no caer en la pseudociencia y la superstición? Ah, ya, dinero. Eso sí, gastarlo en curanderías, astromancias y demás... mucho mejor. Sean responsables de una puta vez, reconozcan que han metido la pata y contraten a gente que pueda asesorarles en condiciones, en lugar de llevar a tanto pseudoexperto y estómago agradecido a sus programas. Científicos en paro hay muchos y, entre ellos, hay excelentes divulgadores, con ganas de contar las cosas como son. Y no, no son los que les dicen lo que quieren oír, sino los que perderán el tiempo en explicar las cosas de forma que las entiendan.
¿Que me queje a RTVE? Ya, si ya lo ha hecho y se ha reído en mi cara... ¿O quién creéis que era uno de los que firmaba la petición que os comentaba más arriba? Pues el nene, claro. Y cuando te dicen "jódete y baila", duele mucho más ver a tus amigos y compañeros emigrar a otros países a investigar mientras RTVE gasta dinero en pagar semejantes dislates.
Mientras tanto, espero que la Aldea Irreductible que constituye Órbita Laika siga contando con la poción mágica. Porque como no sea así, nos veo en poco tiempo paseando por la calle con gorritos de aluminio y aparatos de emisión de pitidos que lleven ídolos brujeriles colgando y tomando pseudotratamientos contra enfermedades que, en realidad, no existen.
Merece una mención especial aquí el programa 'Saber Vivir', premiadísimo, aceptadísimo, con una audiencia estupendísima y una conductora monísima. Eh, que no lo digo yo, que lo dicen ellos. En este programa se hacen afirmaciones sobre temas de salud sin sustento ninguno. Para prueba, un botón (sí, es el famoso vídeo del limón):
Este vídeo mereció incluso una queja formal de la Organización Médica Colegial, por no mencionar la queja particular por iniciativa de la página Qué mal puede hacer. ¿La respuesta de RTVE? Pues el mismo comunicado que os he enlazado antes y un intercambio de correspondencia un tanto inútil. ¿Que os liáis? Pues os lo traduzco a román paladino: "nos la traen floja vuestras quejas y nos vamos a seguir limpiando el culo con ellas, Mariló es estupenda y nuestros premios avalan nuestras mentiras". Y ella, mientras tanto, dice que sigue esperando disculpas, a pesar de haber faltado al respeto a los firmantes de la queja llamándonos, despectivamente, "chavales de twitter". Pero dejemos a Mariló, que da para post y no me quiero olvidar del resto de campamentos.
También les dio igual la queja que desde la misma página y firmada por varios espectadores, se envió a la cadena por la emisión de un programa plagado de mentiras, basado en un falso principio de precaución. Como se puede ver en el post citado, RTVE volvió a reírse en nuestra cara, avalando las afirmaciones falsas que había vertido en su Escarabajo Verde. No me voy a meter a analizar el programa, porque otros lo han hecho mucho mejor de lo que yo lo haría aquí. Y aquí. Y aquí también. También aquí. Y por último, aquí. Así, bien desgranadito, para que se entienda. Pero eh, es que lo del wifi lo ha dicho gente con aparaticos caros y que suenan chulo.
No contentos con eso, dedicaron un programa de Comando Actualidad a enfermedades imaginarias, como la sensibilidad electromagnética (que es lo mismo que lo que dijeron en el Escarabajo Verde, pero con gorritos de aluminio... que coño, ¡es lo mismo que lo del Escarabajo Verde¡) o la hipersensibilidad química múltiple (que, curiosamente, sólo aparece cuando el individuo sabe lo que le están poniendo enfrente). En él sacaron a gente muy malita por las ondas electromagnéticas, pero que al ir a la orilla del mar se curaban automáticamente... mientras una fuente de emisión de radiación electromagnética les daba en la jeta. No, no eran sólo las cámaras, el equipo o el cacharro de emisión de pitiditos molestos. Era el sol. La señora en cuestión se ponía al sol, como una lagartija, y se le pasaban todos los males. Verás cuando se entere de que emite una radiación muchísimo más energética y dañina que la del móvil... (ojo, que no estoy diciendo que no os dé la luz del sol, que luego hay quien se la coge con papel de fumar).
La última ha sido dedicarle tiempo a una feria de esoterismo en un informativo, en concreto el de ayer. Cientos de personas siendo embaucadas por profesionales de la estafa y las mancias que se quejaban del "intrusismo". Como si sus predicciones, curas milagrosas, aceites de serpiente y danzas sanadoras no lo fueran, claro. Memeces que venden, eso sí, porque prometen bienestar, leer el futuro, trabajo, amor, dinero... Y hasta salud. "¿Los médicos? Bah, unos patanes. Mucho mejor sacudir los chakras a ritmo de biodanzas magnetodinámicas y auropurificadoras. Y cuantas más palabras ininteligibles mejor, que pareceremos mucho más serios y mucha menos gente se dará cuenta de que en realidad vendemos humo".
Muchos dirán que si alguien se cree cualquiera de las chorradas que dicen en esas ferias, merecerá cualquier cosa que le pase, por imbécil. Y podría estar de acuerdo con él, siempre y cuando quien se las crea es porque haya decidido creérselas. El verdadero problema no son los idiotas dispuestos a aceptar la chorrada de moda, sino la gente que, hundida en la desesperación, con el agua al cuello, echa mano de cualquier cosa que le dé una esperanza. Mínima, pequeña, lo que sea. ¿Os recuerdo cuánto parado mataría por trabajar, por tener con qué alimentar a sus hijos? ¿Os recuerdo cuánto enfermo querría un medicamento que no le llega? Pues todo esto produce desesperación. Y así, estos sinvergüenzas, se aprovechan de esa gente, perpetuando el engaño. Y lo de denunciarlo queda descartado, claro. Muchos no denuncian por vergüenza, para que no se rían de ellos por haber sido estafados. Los que lo hacen, no recuperan nunca su dinero o su dignidad porque el cabronazo en cuestión ha desaparecido o bien porque son lo suficientemente vagos en sus promesas para no pillarse los dedos.
RTVE debería darse cuenta de que está dando cobijo a esta gentuza. Muchas veces en virtud de una falsa equidistancia, en virtud de un derecho de información poniendo a la misma altura a las chorradas esotéricas que a los hechos comprobados. Librarse de tanta mierda es fácil: contraten asesores científicos, infórmense. No es difícil. Tienen a excelentes periodistas y divulgadores como Antonio Martínez Ron, América Valenzuela o Clara Grima en programas de la cadena. ¿Por qué no tirar de ellos para no caer en la pseudociencia y la superstición? Ah, ya, dinero. Eso sí, gastarlo en curanderías, astromancias y demás... mucho mejor. Sean responsables de una puta vez, reconozcan que han metido la pata y contraten a gente que pueda asesorarles en condiciones, en lugar de llevar a tanto pseudoexperto y estómago agradecido a sus programas. Científicos en paro hay muchos y, entre ellos, hay excelentes divulgadores, con ganas de contar las cosas como son. Y no, no son los que les dicen lo que quieren oír, sino los que perderán el tiempo en explicar las cosas de forma que las entiendan.
¿Que me queje a RTVE? Ya, si ya lo ha hecho y se ha reído en mi cara... ¿O quién creéis que era uno de los que firmaba la petición que os comentaba más arriba? Pues el nene, claro. Y cuando te dicen "jódete y baila", duele mucho más ver a tus amigos y compañeros emigrar a otros países a investigar mientras RTVE gasta dinero en pagar semejantes dislates.
Mientras tanto, espero que la Aldea Irreductible que constituye Órbita Laika siga contando con la poción mágica. Porque como no sea así, nos veo en poco tiempo paseando por la calle con gorritos de aluminio y aparatos de emisión de pitidos que lleven ídolos brujeriles colgando y tomando pseudotratamientos contra enfermedades que, en realidad, no existen.
Están locos estos romanos!
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