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lunes, 13 de agosto de 2018

El falso principio homeopático de las vacunas


Iba a hacer un hilo, pero creo que será mejor que lo deje y arme este artículo, porque iba a quedar larguísimo. 

¿Recordáis este tuit? El muy cobarde lo ha borrado, pero da igual. Me sirve para comenzar un artículo: desmentiré aquí esa afirmación de que las vacunas siguen un principio homeopático, el similia similibus curantur, esto es, lo similar cura lo similar. A ver si de una puñetera vez vamos desterrando dicha afirmación y podemos dejar de llevarnos las manos a la cabeza cuando alguien la esgrime como si fuera evidencia de algo.

lunes, 16 de abril de 2018

Horror: la primavera está aquí

Sí, sí, ya lo sé. Vosotros, amantes del caloret faller, las florecillas nacientes, el reverdecer de los campos y las abejilias y las mariposilias estaréis dando palmas con las orejas porque desde hace cosa de un mes estamos en primavera, esa estación del año que, según dice el refrán, altera el rojo fluido corporal que discurre por nuestras arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas (y de ahí al corazón y ya tenéis completa la circulación sanguínea).

Pero luego estamos los demás. Esos seres que vosotros denominaréis haters por el mero hecho de decir que odiamos la primavera. No por ese incipiente calor que anuncia ya el verano tórrido y asfixiante, no por la recuperación de los colores de mater Natura en todo su esplendor, no. Sino por el regreso de un visitante tan odiado como necesario: el maldito polen. Sí, esas partículas minúsculas en las que viaja el gametofito masculino (la parte masculina de la fecundación vegetal), y que te hace desear la extinción de cualquier especie vegetal que la utilice. No, no odio las plantas. Odio la alergia que me produce el polen.

lunes, 26 de febrero de 2018

Mejorando tus defensas

Blasón de la casa Celtigar, interpretación
propia. Alegoría de la defensa, el escudo.
Últimamente, estamos inundados de alimentos, complementos, suplementos, bebidas y demás mejunjes que prometen mejorar nuestras defensas. Incluso tenemos en el lineal del supermercado yogures que prometen que nuestras defensas serán poco menos que los pelendones (sí, había un pueblo que se llamaba pelendón) de Numancia si nos bebemos uno antes de salir a la calle. Seguramente habréis visto anuncios con infinidad de aditamentos que prometen precisamente esto: tus defensas serán la rep...anocha.

Igual la culpa de todo esto es de los publicistas, que oyen campanas, no saben dónde y salen por donde pueden los pobres. Pero esto de mejorar las defensas, ¿qué significa? ¿Es algo de verdad? ¿Se puede? Pues... vamos a verlo...

lunes, 6 de junio de 2016

Innombrable, incalificable

Tras haber pasado más de tres meses (en realidad catorce semanas) divulgando sobre ciencia pura y dura, tengo que volver al origen porque siguen ocurriendo cosas que me hacen hervir la sangre. Y es que, igual que me calienta mucho el leer o escuchar ciertas cosas y me pongo de uñas con la gente que las dice, también me toca mucho la bolsa escrotal el extremo contrario. Es precisamente el caso que os traigo esta semana y que, creo, también conviene comentar bajo la lupa de la indignación y el cabreo más absolutos.

lunes, 30 de mayo de 2016

Una historia de poniente (VI): Acero valyrio, dentro y fuera del campo de batalla.

Daga de acero valyrio de Meñique. Fuente.
Y, finalmente, ¿para qué habría de servir tanto acero, tanta forja? Sólo para una cosa: para matar. Para derrotar a nuestros enemigos y dejarlos atrás. Para avanzar sin ellos. Eso nos permitió construir, mirar hacia otros lados y, dejando la guerra atrás, mirar al futuro con esperanza. Pues si el acero valyrio fue bueno para destruir, también lo fue para construir. Y su utilidad fue patente desde el primer momento en que se puso a trabajar en otros menesteres.

lunes, 23 de mayo de 2016

Una historia de Poniente (V): Los secretos de los Maestros Forjadores

Grabado medieval de un maestro forjador.
Fuente.
Los Maestros Forjadores eran muy respetados dentro de las casas a las que servían. No sólo ponían sus fabulosas creaciones a disposición de sus señores, sino que además pasaban meses ideando nuevas técnicas de forjado, nuevos materiales, nuevas formas para esas hojas que luego, muchas de ellas, se convertirían en famosas, para mayor gloria de sus dueños y también de sus creadores.

La mayor parte de estas artes permanecieron, y permanecen aún, en secreto, perdidas en la noche de los tiempos, reunidos sus poseedores con el Herrero. Sin embargo, muchos de los Maestros Forjadores que aún viven han recibido sus conocimientos de los Maestros Forjadores de antaño, quienes decidieron legar a sus discípulos no sólo los volúmenes en los que explicaban sus usos y sus artes, sino también la costumbre y la sabiduría de recoger dichos usos y artes en un soporte capaz de aguantar el paso del tiempo mucho mejor que el débil y corruptible cuerpo con que los Siete decidieron dotarnos.

lunes, 16 de mayo de 2016

Una historia de Poniente (IV): las Casas de Poniente


Las armas separaron a las gentes de Poniente en Casas. No sólo por su fuerza, sino también por sus características. De uno y otro confines, llegaban gentes más amistosas con unos que con otros y formaron familias. Unos eran hombres recios y adustos; otros, expertos marinos; otros, bastardos sanguinarios. Así, en base a sus afinidades, a sus parecidos y a sus diferencias, las Casas de Poniente adquirieron una entidad propia.
Blasones y lemas de las principales casas de Poniente, respetando los colores heráldicos propuestos
por G. R. R. Martin en Canción de Hielo y Fuego.

lunes, 9 de mayo de 2016

Una historia de Poniente (III): las armas de los Siete Reinos

Cada vez eran más formidables. Cuanto más rugían los fuegos y tañían los martillos sobre los yunques, mejores armas fabricaban los Maestros Forjadores. El acero se volvía más resistente, más afilado, más duradero. Los maestres venían desde Antigua, enviados por la Ciudadela, para aprender nuestras artes y registrar la ciencia de nuestro forjado. 
Guardajuramentos, espada de acero valyrio forjada a partir de Hielo, el espadón de la familia Stark, por Tywin Lannister.
Entregada a su hijo Jaime, capitán de la Guardia Real, y después a Brienne de Tarth. Fuente.

lunes, 2 de mayo de 2016

Una historia de Poniente (II): los ándalos, los rhoynar y los Primeros Hombres

Pocos, muy pocos quedamos ya que nos acordemos de cómo resistíamos al enemigo en los antiguos tiempos. Realmente, los que tenemos memorias de aquello no vivimos en aquellos tiempos, sino que hemos consultado los antiguos volúmenes, dormidos en vetustas bibliotecas, aguardando a que alguien los levante de los anaqueles. Las ayudas recibidas, el desarrollo de nuevas técnicas, el aprendizaje... todo esto ha mejorado y, por qué no decirlo, también ha pervertido y dejado de lado la función de aquellas maravillosas murallas que construyeran nuestros antepasados ante las primeras invasiones hostiles que quisieron arrasar nuestras tierras. Sin embargo, cuando la amenaza resurge, siguen siendo nuestra primera línea de defensa.

lunes, 25 de abril de 2016

Una historia de Poniente (I): Introducción

Hubo un tiempo, en el amanecer de los Siete Reinos, en que las casas tendieron alianzas para hacer grande a Poniente. Las amenazas venían de fuera. Los peligros eran ajenos, tomaban muy distintas formas y pujaban por destruir este frágil reino. Amenazas cuyo único objetivo era consumir esta tierra para mantener su propia existencia a costa de la nuestra. Entonces hubo unión. Se luchó codo con codo para arrasar a los invasores. Y cuando cayeron, gracias a las fuerzas combinadas de todos los benditos habitantes de estas malditas tierras, sobrevino un tiempo de prosperidad que se ve roto por todos y cada uno de los que ahora prefieren ir por su lado. 
Pero la amenaza regresará. Y, cuando regrese, no habrá división. 

lunes, 4 de abril de 2016

¿Existe el VIH? (VI): Diagnóstico por Western Blot.

Equipamiento básico para Western Blot. Fuente:
http://brc.boisestate.edu/dna-and-protein-isolation-and-characterization/
En nuestro último capítulo sobre el monográfico sobre el VIH, describíamos la técnica del ELISA y cómo nos servía para determinar la presencia tanto de las proteínas propias del VIH como de los anticuerpos frente a las mismas. Sin embargo, el ELISA no puede ser un diagnóstico definitivo por los problemas que comentábamos allí sobre reactividad cruzada que algunas proteínas provenientes del VIH presentaban con proteínas de hongos (Candida sp.), bacterias (Borrelia burgdorferi o Treponema pallidum) y otros virus (gripe).

Hoy vamos a internarnos en el Western Blot, otro método de inmunodetección, algo menos específico que el ELISA, pero que, juntos, nos pueden determinar la presencia de anticuerpos del paciente frente al VIH o de las proteínas propias del virus.

lunes, 28 de marzo de 2016

¿Existe el VIH? (V): Diagnóstico por ELISA

Placa de 96 pocillos para ELISA. Fuente:
http://www.cyto.purdue.edu/cdroms/cyto2/9/biology/index.htm
Bienvenidos de nuevo a este monográfico sobre la existencia del VIH. Nos metemos ya con los tres capítulos que nos van a servir para estudiar los métodos de diagnóstico, dejando claras sus fortalezas y debilidades, para terminar encajando todas las piezas.

Comenzaremos hoy con el ELISA, un método basado en la detección específica de proteínas con anticuerpos frente a las mismas. Como vimos en el capítulo anterior, los anticuerpos se unen de forma altamente específica a sus antígenos, de forma que cada anticuerpo puede unirse únicamente a un antígeno, excepto en caso de reactividad cruzada, como también mencionábamos. Pues el ELISA se aprovecha de esta capacidad de los anticuerpos para detectar proteínas concretas del VIH o bien los anticuerpos que produce el paciente frente a estos antígenos víricos.

lunes, 21 de marzo de 2016

¿Existe el VIH? (IV): Antígenos y anticuerpos. Generalidades.

Partículas virales de VIH. Se distinguen perfectamente la envuelta
y la cápside interna, además de las moléculas de superficie. Fuente:
histology.leeds.ac.uk/what-is-histology/The_electron_microscope.php
Bienvenidos a esta cuarta entrega de esta serie sobre el VIH y su existencia. Hasta ahora, hemos visto cómo surgió el negacionismo, en respuesta a su descubrimiento por parte de Montagnier y Gallo. En las dos siguientes entregas vimos cómo el VIH deja las evidencias de su existencia, bien en forma de micrografías, genoma y proteínas, bien en forma de retrotranscriptasa, sin posibilidad de confusión con la hTERT con quien algunos dicen que podría confundirse.

Hoy, antes de entrar de lleno en los métodos de diagnóstico y comenzar con el Western Blot, vamos a describir unas nociones de inmunología que nos servirán para poder entender las técnicas de diagnóstico con anticuerpos. La semana que viene le dedicaremos tiempo al ELISA y la siguiente al Western Blot.